Aprendí a hacer esta sopa Thai en Ámsterdam, en el hotel en el que estuve trabajando y donde la mayoría de cocineros eran de Indonesia, y junto con el pollo satay, se convirtió en uno de mis grandes favoritos de la cocina asiática.
Es una sopa sencilla pero llena de sabor, a la que se le puede añadir casi cualquier cosa: verduras al gusto, cualquier tipo de carne o pescado, legumbres, tofu, noodles…
Yo suelo hacerla con pollo, aunque con tofu también me flipa. La mezcla de todos sus ingredientes (la lima, el jengibre, el lemongrass, el ajo…) forma una combinación espectacular, por lo que os recomiendo encarecidamente que, si no la habéis probado, lo hagáis.
INGREDIENTES
- 250 ml de caldo de pollo
- 1 pechuga de pollo previamente cocinada y deshilachada
- 100 ml de leche de coco
- 1 tallo de lemongrass (hierba limón)
- 5 setas shiitake deshidratadas
- 1 ajo tierno
- 1 diente de ajo
- 2 hojas de lima kaffir
- 1 trozo de jengibre
- Guindilla (opcional)
- Cilantro, chili y unos gajos de lima (para servir)
PREPARACIÓN
- Ponemos en una olla el caldo junto con el diente de ajo (entero, pelado y machacado), el jengibre (en rodajas), las hojas de lima, el ajo tierno (en rodajas), la guindilla (laminada), el lemongrass y las setas. Cocinamos a fuego medio-bajo durante unos 15-20 minutos para que infusione bien.
- Retiramos los trozos de jengibre, el diente de ajo y las hojas de lima.
- Sacamos las setas, las cortamos en láminas (opcional) y las devolvemos a la olla.
- Añadimos el pollo deshilachado, la leche de coco y cocinamos otros 10 minutos.
- Servimos nuestra sopa Thai con un poco de cilantro y chili picados y unos gajos de lima.
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