Hoy os traigo una receta estupenda de paté de hígado de pollo. El hígado es una muy buena fuente de proteína que además aporta hierro y gran cantidad de vitaminas y minerales.
Sin embargo, tiene un sabor bastante fuerte y una textura peculiar que no gusta a todo el mundo. Yo misma no soy muy fan de comerlo, pero tengo que reconocer que en paté me encanta.
El otro día vi una receta en una cuenta a la que sigo y me acordé de la receta que yo utilizaba años atrás, de cuando trabajaba de cocinera, así que lo volví a hacer después de mucho tiempo.
Aquí os la dejo; si os gustan los patés no dudéis en probarlo, ya que es súper sencillo y rápido de hacer.
Como sugerencia os diré que queda brutal con cebolla caramelizada o alguna mermelada de frutos rojos o arándanos, ideal para unos canapés o un picoteo rico rico. Podéis combinarlo también, como en la foto, con mis crackers de semillas (podéis ver la receta aquí).
¿Vosotros incluís el hígado en vuestra dieta?
INGREDIENTES
- 400 g de hígados de pollo
- 150 ml de brandy (o vino tinto)
- 1 diente de ajo
- 1/2 cebolla
- 1 rama de tomillo fresco (o romero)
- Mantequilla o ghee
- 50 ml de nata (opcional; yo no le he puesto)
- Sal
PREPARACIÓN
- Picamos la cebolla y el ajo y los sofreímos en la mantequilla junto con la rama de tomillo hasta que estén transparentes. Añadimos el brandy o vino, subimos el fuego y dejamos que reduzca unos minutos.
- Después añadimos los hígados, a los que previamente habremos metido en agua fría y les habremos quitado el tejido conectivo (los hilos blancos que los unen), y la sal y cocinamos hasta que cambien de color y dejen de sangrar.
- Dejamos enfriar y, una vez frío, retiramos la ramita de tomillo y metemos todo en el procesador de alimentos junto con la nata si la queremos usar (conseguiremos un sabor más suave que si no la ponemos), y trituramos bien.
- Engrasamos con mantequilla los recipientes o ramekines donde queramos poner nuestro paté, vertemos la mezcla, tapamos el recipiente y lo dejamos enfriar en la nevera.
- Al cabo de unas horas derretimos una o dos cucharadas de mantequilla o ghee y se la ponemos por encima al paté formando una capa fina de grasa que después solidificará. Al hacerlo podemos añadir unas hojas de tomillo fresco. Tapamos de nuevo y dejamos reposar nuestro paté de hígado de pollo en la nevera durante unas horas.
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