Las legumbres me gustan más en ensaladas o hummus que en potaje, pero si tengo que quedarme con uno es el potaje de garbanzos (en concreto con el de mi madre).
Pero como no siempre se tiene la suerte de poder comerlo, he hecho mi propia versión, muy parecida, y ni tan mal, oye.
INGREDIENTES
- 400 g de garbanzos cocidos
- 2 huevos
- 300 g de tomate rallado o triturado
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 2 puñados de espinacas frescas
- 2 lomos de bacalao sin piel y sin espinas
- 1 cdta colmada de pimentón ahumado
- Sal
- Agua
- AOVE
PREPARACIÓN
- Picamos la cebolla y el ajo y los sofreímos en un poco de aceite de oliva virgen hasta que queden transparentes.
- Añadimos el pimentón, mezclamos bien y añadimos el tomate.
- Cocinamos durante 5 o 10 minutos, hasta que se evapore parte del agua del tomate, y añadimos los huevos, previamente picados.
- Agregamos los garbanzos cocidos, cubrimos con agua (sin excedernos para que el potaje no quede demasiado aguado) y llevamos a ebullición.
- Cuando hierva bajamos el fuego, desmigamos el bacalao y lo añadimos, y cocinamos unos 10 minutos más.
- Añadimos por último las espinacas, dejamos que se cocinen un par de minutos más y retiramos la olla del fuego.
- Servimos nuestro potaje de garbanzos bien calentito.
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